¿Qué perro necesito?

Disfrutar de la compañía de un perro es una maravillosa experiencia que enriquece las relaciones sociales y nos permite aprender mucho del fascinante mundo canino. 

Es difícil resistirse a la ternura de un cachorro correteando con el papel higiénico en la boca. O al impulso de ayudar a alguno de los perros que están en pésimas condiciones sin reparar en nuestras circunstancias para abordar el resto de vida con el animal adoptado.

Sin embargo, la adopción o tenencia de un perro requiere de una honesta reflexión para entender que es una decisión que se debe tomar, sobre todo, para cubrir las expectativas del perro, no las nuestras. Así que la pregunta inicial no debería ser ¿Qué perro necesito? sino ¿Qué perro me necesita a mí?.

Una vez tengamos ésto bien claro, llega el momento de la elección del perro. Es normal tener muchas dudas y miedos a equivocarnos porque es una decisión que nos afectará para mucho tiempo y todos soñamos con una relación ideal con el perro ideal desde el principio, aumentando la incertidumbre y la exigencia hacia el perro. 

Sin embargo, podemos tener en cuenta algunos aspectos que pueden facilitarnos la elección y aumentar así las posibilidades de encontrar un perro acorde a las necesidades mutuas.

Entorno

Deberíamos considerar nuestras circunstancias a corto y medio plazo, la capacidad de dedicación y actividades que podemos ofrecer al perro. Nuestro entorno, las rutinas y paseos, los desplazamientos vacacionales, horarios laborales y demás factores en nuestro día a día.

Un entorno muy urbano puede ser más adecuado para razas pequeñas, mientras que zonas verdes amplias cercanas o excursiones a la montaña suelen ser más idóneas para razas más grandes. Un perro adulto requiere menos actividad física que uno más joven, que agradecerá socializar y explorar nuevos territorios.

Razas

Las distintas razas caninas tienen una herencia genética que determina la morfología y capacidades generales en cada una de ellas. Vienen determinadas por las necesidades que cubrían a los humanos desde los inicios de la domesticación de lobo, hace ya 15.000 años. Así, había perros cazadores (rastro, muestra, cobro), guardianes, pastores, etc, donde cada uno contaba con un potenciado instinto para esas tareas específicas.

Según la Federación Cinológica Internacional, actualmente existen unas 350 razas reconocidas.

Sorprendentemente, el 80% de ellas han surgido en los últimos 150 años, a partir de la frenética, y en muchos casos aberrante, moda Victoriana de crianza en búsqueda del perro perfecto según los caprichos o los distintos cánones de belleza del momento. Craso error medir la valía del perro en base a la estética a costa de su salud.

Características

Sin embargo, la raza apenas influye un 10% en el carácter del perro, mientras que el restante 90% depende de los genes de sus padres y, sobre todo, de las experiencias propias que haya tenido, especialmente en los primeros 4 meses de vida.

Por eso, mucho más importante que buscar el “perro de moda”, el «perro más listo” o el «perro más bonito”, es prestar atención al carácter particular del perro, que vendrá dado por la edad del destete, el nivel de socialización al que ha sido expuesto, las experiencias previas que haya tenido o el entorno en el que han crecido.

Generalmente esto influye mucho en el tipo de relación y el tiempo de adaptación que necesitará el animal, así que es importante tener toda la información posible.

Estas consideraciones previas, además de las oportunas recomendaciones de los poseedores del perro, no son una garantía de acierto, pero pueden ayudar a una mejor elección y evitar decepciones futuras que suelen acabar en devoluciones de los perros. Y ese es el peor de los favores que podemos hacerles.

Al margen de la decisión tomada, la mejor manera para disfrutar de una relación sana y respetuosa con el perro será desde la amabilidad y la confianza. 

Si ya has tomado la decisión, enhorabuena, además de darles una nueva vida, tienes la ocasión de aprender mucho de estos animales y su enorme capacidad de comunicación y adaptación. Ellos te lo agradecerán y desearán corresponderte.