Un perro en la oficina

Cada día hay más oficinas y comercios que permiten la presencia de nuestras mascotas, incluso ya existe el Día mundial de llevar al perro al trabajo (21 de junio). Disfrutan así de acompañar a sus dueños y socializar con más gente en distintos entornos. A cambio, su presencia ofrece importantes beneficios para los humanos: disminuyen el estrés, facilitan la comunicación, fomentan la creatividad y mejoran la productividad.

Cuando se dispone de esta magnífica oportunidad hay que cuidar algunos aspectos generales para que la experiencia sea completamente positiva para las personas y, sobre todo, para los perros. Vamos con ello.

 

Los perros

Cada perro es un individuo con sus características específicas que debemos conocer. Lo más importante es asegurarnos de que al perro le agrada y le estimula la experiencia que le propones en lugar de generarle estrés. Quizá no le gusta ir en metro o estar en una oficina con mucha gente y mucho movimiento o compartir espacios con otros perros de diferentes características. Por tanto, la primera pregunta debería ser: ¿a mi perro le gusta ir a la oficina?.

Somos los responsables de la seguridad del perro, de las personas y del mobiliario (el Seguro de Responsabilidad Civil es obligatorio, pero es preferible no tener que usarlo). Hay que ser honestos y valorar si el perro está preparado para esa experiencia. Queremos que cunda el ejemplo, así que lo ideal para el entorno laboral suele ser un perro equilibrado y tranquilo. Perros jóvenes o excitables pueden generar situaciones incómodas y, los cachorros, es preferible que duerman mucho y bien en su casa.

 

Los humanos

Aunque la oficina tenga la política de aceptar mascotas es normal que haya personas menos vinculadas a los perros o que sientan alguna incomodidad con su presencia, sea por alergias o temores, a las que hay que prestar especial atención. Explicarles algo de comportamiento canino general y la forma correcta de interactuar con tu perro, puede ayudarles a reducir sus temores o, incluso, superarlos.

En los primeros encuentros con las personas con las que va a convivir, es preferible que sea el perro quien dé el primer paso y decida cuándo está preparado para conocer a la gente nueva. Enseguida sabrá quienes tienen interés en su presencia (si se muestran efusivos) y quienes prefieren mantener la distancia (si se muestran neutros o indiferentes).

En cuanto a la agenda laboral, también es posible que haya que ajustarla para que tu perro mantenga sus rutinas de paseos.

 

La oficina

Las oficinas están diseñadas y adaptadas para los humanos, pero no suelen estarlo para la presencia de mascotas. Seguramente sean necesarios algunos ajustes para cubrir las necesidades básicas de los perros y establecer algunas normas de común acuerdo.

Hay que revisar que la oficina sea un lugar seguro para perros, con especial atención a los cables o trozos de materiales y plantas (algunas son venenosas para ellos) que puedan ingerir. 

El espacio deberá garantizar un sitio de (buen) descanso. Es decir, cómodo, tranquilo y recogido donde el perro pueda desconectar del entorno. Y, por descontado, agua limpia y fresca, siempre disponible y accesible.

Los perros se sienten más seguros en entornos conocidos, así que al inicio permítele hacer un reconocimiento general del nuevo espacio y rápidamente tendrá referencias de su ubicación. Para facilitar la convivencia, ayúdale a distinguir las zonas de libre acceso de las restringidas (cocina, salas de reuniones, baños o las que la organización estime oportunas).

Como nos pasa a todos, el perro necesitará un pequeño periodo de adaptación ante el nuevo escenario así que habrá que prestarle más atención al principio hasta que se integre en la rutina.

En Japydog contamos con el certificado de Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal. Impartimos charlas para empresas Pet-friendly, o que se plantean serlo, para un mejor conocimiento de los perros, acondicionamiento de espacios y pautas para una buena convivencia en el lugar de trabajo.